La tarde del 29 de septiembre, el municipio de
Tepatlitlán sufrió los estragos de una eufórica tormenta; especialmente dos
pequeñas hermanitas que para protegerse de ésta escogieron el peor refugio: un
inmenso árbol que atrajo un fatal rayo, el cual se descargó en sus frágiles
cuerpecitos dejándoles quemaduras de primer y segundo grado.
Un rayo estalló toda su eléctrica energía
sobre un árbol en el que intentaban guarecerse las dos menores, quienes sorprendidas
por la detonación no alcanzaron a llegar a su hogar en el Rancho denominado
Santa Ana de Abajo.
Consanguíneos de las fraternas, al ver que
mitigaba el agua pero ellas no aparecían salieron a su búsqueda hasta que las
localizaron a mediana lejanía, debilitadas, llorosas, quemadas y muy asustadas,
todavía debajo del frondoso árbol; enseguida llamaron al número de emergencias
para que paramédicos de la Cruz roja de la localidad las socorrieran.
De las hermanas de apellidos Ibarra
Sánchez, la primera llamada Roció, sufrió quemaduras de primer y segundo grado
en el 15 por ciento de su economía corporal; presentando un orificio de salida
de la descarga en el pie derecho; la segunda de nombre Jessica María, de igual
manera resultó con heridas de idénticos grados pero en su caso en el 35 por
ciento de su superficie anatómica.
Una vez valoradas en el puesto de socorros,
ambas infantes, para su mejor y especializada atención médica fueron
trasladadas en estado regular al Hospital Regional. Cabe destacar que
afortunadamente la descarga no fue directa sobre ellas, sino las consecuencias
hubieran sido otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario