Publicado en Conexión Total.mx
Guadalajara, Jalisco.- El equipo varonil mexicano de squash
se adjudicó la medalla de oro tras imponerse 2-1 a su similar de Canadá, con lo
que aumentan la cosecha de la delegación anfitriona en los Juegos Panamericanos
de Guadalajara 2011.
César Salazar, Arturo Salazar y Éric Gálvez ocasionaron que
el himno nacional mexicano se escuchara en el Complejo de Squash del CODE por
cuarta ocasión en la justa.
Luego de imponerse a El Salvador (3-0), Estados Unidos (2-1)
y Brasil (2-1), el equipo mexicano de esta disciplina cumplió su palabra y se
colgó la presea áurea, aunque no fue fácil.
Los deportistas mexicanos tuvieron que disputar los tres
partidos, ya que tras dos encuentros la serie se encontraba igualada 1-1;
además, la carga física a estas alturas ya era bastante, pues que cada uno jugó
en dos modalidades distintas.
El primero en salir a la duela fue César, quien inició
perdiendo ante Shawn Delierre, 49 del ranking mundial, pero hizo gala de sus
grandes reflejos y velocidad y, como un gato, corriendo y respondiendo por
todos lados, le dio la vuelta al marcador para ganar por 9-11, 11-6, 11-6 y
14-12.
En el cuarto set, sus grandes aciertos y el apoyo del
público hicieron que Delierre perdiera la concentración, lo que generó errores
en sus disparos y poco a poco se desesperó. Cuando la pizarra marcaba 8-7 a
favor de Salazar, la raqueta del canadiense se estrelló en la rodilla derecha
del local, quien tuvo que ser atendido.
Esto no afectó para que bajara su desempeño y demostró
porqué actualmente es el segundo mejor del continente.
Para el segundo choque tocó el turno de su hermano Arturo,
que se vio las caras con Shahier Razik, instalado en el lugar 31 del circuito,
y quien dejó el marcador a su favor por 11-8, 9-11, 11-8 y 11-3.
El potosino trató de resolver la final por la vía rápida,
pero el talento de Razik es indiscutible, y pese a entregarse en la cancha
Arturo poco pudo hacer para salir adelante, por lo que todo quedó en las manos
de Gálvez.
La experiencia del jugador poblano, campeón en los
Panamericanos de Río 2007, fue suficiente para darle una clase al joven Andrew
Schnell, que además fue traicionado por los nervios y la presión del público.
Gálvez definió rápidamente, los parciales fueron 11-5, 11-1
y 11-3, para subir, al igual que Arturo, por segunda vez en Guadalajara a lo
más alto del podio y entonar el himno nacional.
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