miércoles, 17 de febrero de 2010

Frenética noche de martes de carnaval

Zapotlanejo, Jal.- Con un saldo de 70 detenidos por faltas administrativas, una patrulla apedreada, poco más de 40 reportes a la policía municipal, culminó el martes de carnaval en esta ciudad, en una de las jornadas más intensas que moviliza a las autoridades cada año.
La cárcel municipal se vio literalmente atiborrada de jovencitos que fueron detenidos en flagrancia infringiendo el artículo 24 fracción 10 del reglamento de policía y buen gobierno, que habla de la infracción que comenten quien arroje objetos líquido y sólidos a transeúntes en la vía pública.
Los muchachos fueron entregados en su gran mayoría al presentarse sus padres con el juez municipal, no sin antes recibir la amonestación debida por los actos de sus hijos, otros jovencitos de plano se les aplicó una multa de 100 pesos.
Todo empezó pasadas las ocho de la noche, cuando en diversas colonias de la ciudad, grupos de jovencitos y no tan jovencitos entre los 10 y 30 años, se reunieron armados con huevos, naranjas, limones, globos llenos de agua y cuanto objeto tuviera forma de proyectil, que al impactarse más que dañar a la victima la ensuciara. Aunque algunos de estos golpes si deja una marcada huella y moretón, el objetivo era tirarse los proyectiles unos a otros, solo que esta vieja costumbre que ya está muy arraigada, está pasándose de la raya.
Ya las victimas dejaron de ser los propios muchachos, ahora agarran el corte parejo, se esconden en las propias casas y desde un balcón o una esquina arremeten contra toda motocicleta, bicicleta o peatón que se aventure a salir la noche del martes de carnaval en Zapotlanejo, quien corre el grave riesgo de llegar a su casa con varios impactos y fétidos olores. Esa fue la tónica de los 45 reportes que recibió la cabina de radio de la policía municipal.
Quien pasó la noche en vela fue el juez municipal en turno, qué le tocó lidiar con los padres de familia que molestos acudían a recoger a sus vástagos, aguantando regañadas, mentadas y amenazas de todo tipo. Pero no todo fue tragedia, ya que los muchachos al interior de la celda armaron un ambientazo que lo que menos pasaba por su mente fue el hecho de estar encerrados, sino más bien disfrutar el momento.
Sin duda, que esta mala costumbre de los martes de carnaval es un dolor de cabeza para las autoridades cada año en Zapotlanejo, y deberían pensar que quizás fuera mejor celebrar en la plaza pública la noche de este día, de manera oficial organizar una hueviza entre los que les gusta la enhuevada y se dieran gusto hasta que se cansen, en vez de que anden sueltos por toda la ciudad causando estragos entre la gente inocente.

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